viernes, 7 de mayo de 2010

ÁNGELES DE FLAMA ROJA


¡Buen domingo, querido lector! El viernes 9 del corriente abril llegaron al Teatro Experimental del espacio cultural metropolitano los Ángeles de la flama roja, presencias volátiles, oscuras y níveas, que sostienen las vidas tronchadas de quienes viven en las tinieblas. Obra iconoclasta que diluye los nombres y las palabras; desaparece al amor y hace que el deseo viva en la negrura de una sombra interminable. Sólo quedan en pie el odio, el miedo, la lujuria y una extraña ternura que emerge, como de un sangriento parto, de las entrañas de los dos protagonistas: Él y Ella. Así, sólidos pronombres que se erigen como grandes símbolos de una realidad contemporánea en la que todo ha sido devastado y ya nada es apetecible.


La propuesta del joven dramaturgo Demetrio Ávila sumerge sus raíces en el tono existencial del teatro de posguerra, cuyos hilos, delicados, sutiles, temibles, amenazantes, parecen prolongarse como lianas emposadas que recuperan su vigor en estos años nuestros de posmodernidad, donde el vacío es el generoso caldo de cultivo de todos los fallidos sentimientos tradicionales o, bien mirado, es el momento en el que caen las máscaras, despiadadamente, y aparece la miserable condición humana, sin hipocresías, sin represiones, con plena conciencia de su propia realidad: terribles recreaciones del mundo moderno donde conocemos, de una manera especular, los motivos verdaderos de nuestra conducta cotidiana.


Obra moderna y atrevida cuya alternancia dialéctica obedece a la recreación de un vocabulario agresivo e ingrato, doloroso y sucio, en el que las metáforas de índole poética se ayuntan con los vocablos soeces y malsanos. En este juego de contrastes radica el peso magnífico de la obra. Los ángeles, bellos y sediciosos, blancos y maléficos, pasean sus figuras silentes en un escenario de tinieblas: figuras inexistentes que sólo cobran vida en las profundidades de un inconsciente que mucho me tienta llamar colectivo.


Particularmente importante es la delicadísima dirección de Medardo Treviño quien ha cuidado cada uno de los elementos para mantenerlos en el justo equilibrio. El coro de “ángeles” transmiten con justeza la intención del autor y crean el clima exacto para la comprensión del texto. Las actuaciones experimentadas de Martín Salceda y Rosy Balderas son el mejor corolario para los Ángeles de la flama roja, obra ganadora de la Convocatoria Comodato 2010.


El estreno fue el viernes 9 de abril a las 20.30 h. Como siempre, asistió la gente de teatro y el público que gusta ya de disfrutar las buenas obras. Es una pieza auténticamente contemporánea, atrevida y sin sonrojos, que todos los que compartimos este siglo XXI debemos ver, no una, sino varias veces para introducirnos en su sentido interno, en el abismo de sus propuestas.


Volverán a presentarse el domingo 11, el viernes 23, el domingo 25 y el viernes 30 de abril. No se la pierda. Prométame que irá. Allá nos vemos.



anaelenadiazalejo@prodigy.net.mx

www.endulcecharla.blogspot.com

www.LaRazon.com.mx

Radio 920 AM, 6.15, 19.45 y 21 h

www.miradio.com.mx


(Columna publicada en el periódico La Razón, Tampico, Tams., el 11 de abril de 2010).



No hay comentarios: