jueves, 7 de enero de 2010

INICIACIÓN


¡Buen domingo, querido lector! Acudamos al llamado del año joven lleno de energía y de proyectos, a la espera de compartir con él muchas horas eficaces y entusiastas. ¡Así sea!

Pero dígame, ¿ya tiene usted sus planes de iniciación para 2010? Sí, me refiero a esos secretos que deseamos o necesitamos descubrir en esas horas del día cuando el mundo nos pertenecerá por completo. ¿Algunos ejemplos? ¿Qué le parece un breve curso de Astronomía: conocer las galaxias, acercarse a las grandes constelaciones, codearse con Orión, contemplar la Vía Láctea? ¿No cree que sería excitante navegar en su nave privada y recorrer el inmensurable espacio del Universo. Si le interesa, en todas las bibliotecas hay bellísimos manuales que lo conducirán, como de la mano, al encuentro de la Astronomía. ¡Son fascinantes!

Pero si usted no es de espíritu aventurero, ¿no le agradaría iniciar un romance con México y, asumiendo que, según Eric Fromm, el conocimiento es la primera norma para amar (las otras tres son : cuidado, respeto y responsabilidad), ¿por qué no repasar nuestra historia? Somos herederos de quienes participaron en ella. Todos los hechos nos serán familiares: los vivimos en la sangre y en la carne de nuestros antepasados: los llevamos impresos en nuestros genes. ¿No le gustaría volver a contemplar al Padre de la Patria en los heroicos momentos en los que convocaba a la Libertad al amparo del Sagrado Pendón de Guadalupe ondeante en sus manos? ¿No quisiera escuchar la potente voz de mando del general Nicolás Bravo, director del Colegio Militar, luchar hombro con hombro con los héroes niños en la heroica gesta del Castillo de Chapultepec? ¿No le parecería maravilloso admirar a aquellos diez mil hombres –sangre y pólvora–, comandados por el coronel Porfirio Díaz, entrar triunfantes a la Ciudad de México después del malhadado sitio de Querétaro? ¡Por favor, dígame que sí! Ser iniciado en la historia de nuestro México es un privilegio irrenunciable. Si se interesa en enamorarse apasionadamente de nuestra Patria, le recomiendo la Historia general de México publicada por El Colegio de México. Puede leerla en cualquier biblioteca, pero yo le sugiero, aquí entre nos, que se la compre: será su mejor inversión del año.

Pero si por sus venas no corren los ardores patrios y, en cambio, posee un espíritu delicuescente, más seducido por las tentaciones del arte que por los ritmos guerreros, ¿no lo tienta iniciarse en ese vocabulario opulento y sensorial de la crítica estética cuando comenta las obras de arte? Si es éste el caso, le recomiendo cualquier diccionario de términos técnicos en bellas artes o cualquier título semejante. Allí sabrá que “dividir” no es una operación aritmética, sino partir, separar, disgregar el interés de un cuadro; no concentrar suficientemente los efectos de luz, sino distraer la atención, solicitar a los ojos en muchos puntos a la vez. Esta información vestirá su habla con palabras precisas y elegantes. Aquí conocerá usted cuáles son los requisitos para hacer un retrato, las diferencias entre las medallas, la historia de la mayólica, los distintos tipos de columnas. Y si usted ejerce alguna expresión artística, disfrutará grandemente estas páginas.

Sólo he mencionado tres posibilidades, pero son innumerables. ¿Qué me dice de la música?, ¿de la pintura?, ¿de la moda? En fin, cualquiera de nuestras bibliotecas lo auxiliará a hallar nuevos mundos para 2010. ¡Le deseo un feliz viaje!

Y, por supuesto, querido lector, ¡buen camino para la realización de sus metas en su propio 2010!

Pero dígame, ¿me leerá el próximo domingo? Gracias. Lo espero.

anaelenadiazalejo@prodigy.net.mx
www.endulcecharla.blogspot.com
Radio 920 AM, 6.15, 19.45 y 21 h
www.miradio.com.mx
http://www.larazon.com.mx/
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(Columna publicada en el periódico La Razón, Tampico, Tam, 03 de enero de 2010)
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